24. "La ciencia sin religión es coja y la religión sin ciencia está ciega". Albert Einstein
25. "Cuando más se aproxima la Navidad, más cerca creemos estar de Dios. Sería bueno pensar, que la distancia siempre es la misma."
27. Mira a las estrellas, pero no te olvides de encender la lumbre en el hogar.
28. La juventud de un ser humano no se mide por los años que tiene, sino por la curiosidad que almacena.
29. El sentido común no es tan común (Voltaire)
30. Mientras el color de la piel siga siendo más importante que el de los ojos, continuará habiendo guerras (Bob Marley)
31. Los hombres inteligentes quieren aprender;los demás, enseñar (Anton Chejov)
32. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.
33. Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a si mismo. (Leon Tolstoi)
34. Caminar despacio y concentrado es la mejor receta para correr muy lejos, sabiendo que el auténtico reto es saborear y apreciar cada kilómetro del trayecto.
35. La felicidad no es un lugar hacia el cual nos dirigimos en nuestro viaje, sino el modo de hacer el viaje.
36. Una rosa no necesita hablar, simplemente esparce su fragancia (Gandhi)
37. No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa.
38. La palabra libertad no quiere decir, sin más, gozar de la vida, sentirse absolutamente autónomos, sino orientarse según la medida de la verdad y del bien, para llegar a ser, de esta manera, nosotros mismos verdaderos y buenos. (Benedicto XVI)
39. Si quieres hacer algo en la vida, no creas en la palabra "imposible".
40. Donde hay amor no hay temor. Donde hay temor no hay amor.
Los hombres sin religión tienen derecho a decirte: "Demuéstrame que el tener una religión - por ejemplo, la católica -, me reporta bienes y me hace mejor". Antiguamente se decía de los cristianos: "Mirad, cómo se aman". ¿Se puede hoy decir esto también? Alguien con muy mala intención decía estas palabras: ‘Si ves que alguien va a los templos y despelleja con su lengua a su vecino, sospecha que es un cristiano’; y por desgracia muchas veces sucede así. Tu crees en Dios y vives tan amargado como yo; ¿de qué te sirve creer en Dios?. Vas a Misa los domingos y eres igual, si no peor que yo. ¿De qué te sirven tus Misas y tus rezos?
Son preguntas muy duras, pero tienen su punto de verdad. Los jóvenes, por ejemplo, que recibieron una formación religiosa e iban, o mejor dicho, eran llevados a Misa los domingos y les enseñaban a rezar, al llegar a esa edad en que todo se analiza y de todo se pregunta por qué, efectivamente, se preguntan: ¿Por qué tengo que ir a Misa, confesarme y rezar, etc.?
Si no tienen respuesta convincente dejan la religión como algo inservible, inútil, infantil, etc., y buscan como sustituto de sus creencias otras cosas, alguna teoría filosófica o psicológica, o lo que esté de moda en el pensamiento; si encuentran respuesta, entonces aceptan su fe con mayor madurez porque la ven útil, necesaria, enriquecedora.
Puede, incluso, ocurrir otra cosa, que se cambie de religión como si se tratase del cambio de un abrigo, o de una camisa; De esa manera demuestra qué hondas raíces tenía su anterior religión. El que cambia su fe de un día para otro, mala señal. Y quisiera decir una cosa para aclarar está cuestión: ¿Vale la pena seguir una religión? Depende. Si se vive a medias, ¡no!, si se vive en serio, ¡sí!; Claro que, si el problema de muchos es que ha reducido su religión a un cristianismo de Misa dominguera, a un cristianismo de bolsillo, sin exigencias, claro que esa forma de vivir no da nada, ni respuestas, ni felicidad, ni fortaleza, ¡nada!. Pero, hay otra forma de ser cristianos, que sí llena y ayuda y fortalece, que es ser cristianos de verdad.
El cristianismo es una religión que vuelve a los hombre felices, valientes realizados, pero con una condición, que tomen el cristianismo en serio. Miles lo toman en broma.